Barcelona
De colores
Dicen que nací un día lleno de luz, luz amarilla y clara.
Eso dicen...
No demasiado pequeña, pesaba casi cuatro kilos.

Desde muy pequeña los lápices me fascinaban. Mi pasión por
los dibujos era tan roja como la sangre que corre por mis venas y mi esperanza
de llegar a dibujar algún día no era verde sino morada de lo mucho que tuve que
luchar para llegar aquí.
Naranjas eran las auroras en las que desperté envuelta en
papeles y dibujos llenos de sueños. Mil ideas azuladas se esfumaban siempre que
volvía a la realidad de este mundo negro y oscuro como los ojos del inmenso
universo.

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